
Es en esta tarde que arrepentido me siento, causa no falta pues le he dado la espalda a aquel que juré acompañar por siempre, estar con él en su camino hasta después de la vida misma y no he sido más que hipócrita, hipócrita conmigo y con él, mi mejor amigo, mi alma, mi "adjunto".
La belleza que él me había dado la desperdicié y no hago más que lastimarme, le dije alguna vez que seríamos camaradas por siempre y separado me encuentro de él por la razón más estúpida. Hemos compartido lágrimas mi "adjunto" y yo... ¿qué adjunto? No es nada menos que mi hermano, mi sangre y mi misma patria. Le debo mi lealtad y como proscritos estuvimos un tiempo.
Me entristece ver que le he fallado. Me lastima ver que le he traicionado y manipulado a mi antojo. ¿Podría yo llamarme su amigo después de tal despojo? Él me dijo alguna vez "No merezco nada" y enrabiado me levanté, "no te atrevas a decir eso" le grité, y le juré que mi amistad le haría ver que él merecía mucho, mucho más de lo que yo le ofrecía... y aun así, humilde me dijo "Gracias hermano, no acostumbro llorar, tan sólo una lágrima hoy, quizá" y de mi alma salió "Una lágrima sola basta".
Quizá fue mi soberbia, no, quizá no, seguro lo fue, yo te alejé a patadas, te hice parecer que te odiaba, incluso hablé mal de ti y ¿por qué?, por una persona que a pesar de llamarle también mi amiga yo no conocía tanto. Dije amarla pero no tanto como para lastimarte. "¿Qué me sucede?" me preguntaba, pero te miraba y me llegaba la rabia, ahora no puedo ni mirarte, de estampa ya no tengo nada.
Se apagó mi rabia y la vergüenza me invade, es que recuerdo cuando comía todos los días contigo, jaja, ¡vaya que días aquellos!, recuerdo también cuando tu hermana no caminaba, y cuando empezó a hacerlo... te llevaba coca-cola ¿recuerdas? , los juegos, las parrilladas y las fiestas, un mundo de niños. Pero... ahora siendo hombres no hecho más que faltarte, de ir contigo mi hermano, hablar frente a frente pues tantos años de confianza no pueden destruirse por una pequeña tentación.
Regreso humildemente ante ti mi amigo, te expongo mis pecados, bajo la mirada y cual perro pongo la cabeza gacha, "No merezco tu perdón amigo, adjunto... hermano. Es que la lágrima se me ha salido..." Él, solemne me dice "No te atrevas a decir eso nuevamente, que tu lo mereces todo, y mi amistad es prueba de ello".
Es a ti a quien dedico este escrito, una conversación, una platica que recordé, una lealtad que olvidé, te quiero, te estimo, te amo hermano mío... quiero estar bien contigo.
Blut und Tod
Cuando la sangre hierve, todavía está viva. Cuando sentimos, significa que aún tenemos pulso.
ResponderEliminarEstas palabras tan tristes me han lleago no mames excelente escrito no dejes de escribir y ojala te pases por mi blog publique algo para todos los compas y amigas spero sea de tu agrado asi como esta pieza maestra me dejo atónito con una calida despedida te dejo un abrazo
ResponderEliminarAmigo mio:
ResponderEliminarEstas bellas palabras,
que tu mente ha labrado,
a mi alma han llegado,
y el corazón me han golpeado.
Sin embargo, mi señor,
las palabras son muy buenas,
dan fuerza, luz y calor
para combatir mis penas.
Los mejores deseos Edgar ahora soy tu fan...sigue escribiendo así de bien. Un abrazo.
Atte Bernardo
Muchas gracias, espero verle más seguido caballero Bernardo, agradezco los sentimientos, cuídese y me gustará escuchar más de usted.
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