
Quizá algún día me entienda a mí mismo, quizá nunca lo haga, lo que si sé es que en estos momentos, tras leer un libro de cuyos autores no estoy enterado... se me ha ocurrido la magnífica idea de cometer un asesinato... Si, un asesinato, lo registro en estos momentos porque ningún reporte policiaco podría siquiera acercarse a la belleza y pureza de mi ideal nocturno o de conseguir uno de los sentimientos plasmados en dicha obra...
La... víctima, creo que es el modo más correcto de llamarle, debe se pequeña, de color y vigorosa, una magnificencia palpitante de vida y juventud. La situación no es sencilla, asesinar alguien por el estilo o con dichas descripciones no es fácil... quizá le encuentre en cualquier lugar del planeta, sencillo de ver, pero matarle no será nada fácil. La parte divertida, además del asesinato, es el conocer a la víctima, sus emociones y movimientos, sus gustos y desagrados... pero lo más hermoso es pertenecer a dichos gustos y no sólo eso, sino volverse incluso su gusto y después su amigo pero más adelante... la exquisitez de volverse su amado.
¡Oh dulce sentimiento de pasión y orgullo! ¡Magnífico placer de poseer sus sentimientos y ser el dueño de los mismos! ¿Qué más puedo pedir?... NADA.
La pureza de todo esto está en el sentimiento del asesino ¿eh? Quizá no me entienda mucho en este momento, déjeme explicarle. El tomar una vida no es cosa de niños o de gente enojada, al revés, tiene que ser un adulto y tiene que estar muy contento... Seguramente se está riendo, no lo culpo, la situación se presta para ello. La cosa, querido lector, está en que uno debe disfrutar todo lo que hace, como dice el dicho "el que es gallo, donde sea canta" y eso es muy cierto... siempre y cuando se disfrute "cantar"... No cualquiera puede llegar y asesinar, ¡eso no se hace!, es de muy mal gusto y mucha falta de respeto a los que lo disfrutamos; perdone, estoy mezclando sentimientos propios y eso es un grave error.
Regresando a mi asesinato, el ser que he elegido es de mi total agrado, de hecho, convivo con él todos los días sin falta y de hecho, por así decirlo, me mantiene vivo. Algunos se preguntarán ahora "¿entonces... por qué matarlo?" es muy simple, a pesar de que me mantiene vivo, me hace sufrir, me daña, cada vez que me acerco a alguien se pone celoso, me lastima y todavía me pide que me calme... El día en el que le dije que amaba a una señorita la criticó hasta morir, aún en estos momentos me dice que no vale la pena sufrir por ella y que debería destruirla. "Lo haz hecho antes, ya haz lastimado a mucha gente ya haz traicionado a tantos antes de ella... hazlo otra vez" me dice todo el tiempo y yo me rehuso a aceptar dichas palabras... de hecho, me están cansando ya y planeo ponerles fin.
La manera en la que voy a hacerlo es interesante, ¿por qué?, porque tengo que abrirme el torso... Si lector, abrir mi pecho. Aquel que planeo asesinar no es nadie más que mi corazón, mi palpitante amigo que no hace más que dañar.
Al tomar mi corazón, mezquino desgraciado, no puedo hacerle saber el por qué de mis acciones, parecería que me encuentro confesándome por remordimientos, pero si lo miro fijamente... hay una gota corriendo por uno de sus lados... ¿Lágrimas?
¿Es ahora vil porquería viviente que decides llorar? ¿Es cuando te van a destruir momento para arrepentirte? ¡No lo creo! Maldito engendro, todas esas veces que te pedí ayuda, todos esos momentos en los que te pedí amar y te rogué me dejaras ser quien soy, ¿crees que no importan? ¿Que seguiré mi vida como si nada ya que te tengo en mi poder?... No lo creo.
Al levantar el brazo y prepararme para aplastarle escucho una voz detrás mío y una mano tersa que toma mi brazo para después léntamente bajarla a la altura de su bella cara. Pregunto de quién se trata y de cómo se atreve a interrumpirme; ella sonríe, toma mi corazón y lo vuelve a introducir en mi pecho como ignorándome.
Ofendido me preparo para hablar pero con sus labios ofuzca mi intento y un tanto sorprendido mi razón no dicta acciones o posibles respuestas, sólo me quedo quieto, sin hacer un sólo movimiento como si estuviese congelado. Al retirarse ella, mi cuerpo busca una pregunta o alguna palabra para describir mis pensamientos pero nada sale. Por fin pienso algo pero antes de poder proyectarlo siento un movimiento extraño, un sentimiento nunca antes conocido por éste pobre cuerpo.
Siento un calor interno que me va consumiendo por dentro de mi alma, se siente bien, pero tengo miedo. Las reacciones en cadena que éste causa son inesperadas e insólitas, sin embargo agradables.
Después de un momento me doy cuenta que siento dolor, cada paso que ella da lejos de mí se convierte en una tortura, cada centímetro que se mueve lejos de mí me causa preocupación y empiezo a extrañarle, mi corazón se mueve y me grita desesperadamente que no la deje ir, pero yo no respondo y desaparece de mi vida.
"¿Fue por esto que querías asesinarme? ¿Porque querías que te dejara sentir y cuando lo hago lo desperdicies?.... Quizá después de todo si seas un asesino...
Tus fans estamos esperando que publiques algo en mayo
ResponderEliminarDe hecho viene algo, pero está en proceso, es un nuevo proyecto, algo como nunca he escrito, entonces, espero que me tengan paciencia y cuando lo publique disfruten de él.
ResponderEliminarPor cierto, me es nuevo su seudónimo B, me alegra ver alguien nuevo por acá, espero saber más de usted.