martes, 20 de diciembre de 2011

Mejor desayuno





Al abrir los ojos veo tu bello rostro frente a mi. Tus arrugas, debido a la edad, están marcadas en tu cara, pero aun así te ves joven amor.

Fijo mi mirada y observo cada detalle, tu piel bronceada, cabello oscuro y canoso, esos labios de los que he estado enamorado desde hace décadas formando una sonrisa... Qué hermosa eres.

Me volteo en la cama y veo el techo, blanco, un tanto rugoso y viejo... Ja! Se parece a mí...

Al quitarme las cobijas y sábanas noto un pequeño agujero en mi pijama, a la altura de mi rodilla. Eso no me hizo feliz, pero no afecta mi vida, ni mi mañana. Las paredes blancas me miran y mi barriga  mañanera expone su auge al estar sentado un poco encorvado y en ciertos momentos recordé tiempos pasados en los cuales aquella amiga estomacal no me acompañaba...

En el buró, mi reloj, un libro de título "Sibyl" y una pequeña lámpara. A un lado de todo esto están mis lentes, culo de botella y armazón grueso... Como mi padre.

Me pongo mis pantuflas, regalo de Gabriela, y antes de tomar la decisión de despertar a Estefy pienso en sorprenderla. Qué tal si le hago el desayuno? Ella siempre cocina, hoy me toca apapacharla...

Me levanto con la mano en mi espalda (la edad) y con un movimiento de tronco, mis vértebras  truenan y la satisfacción recorre mi ser. Comienzo a caminar hacia el pasillo fuera del cuarto y a bajar las escaleras a la derecha.

Al llegar hasta abajo me regordeo de la madera  en perfecto estado que adorna el piso de la sala y el recibidor. Siguiendo entonces mi camino hacia la cocina observo una pequeña mancha en la mesa, seguramente fueron mis nietos...

Ya en el recinto culinario que mi esposa ha desarrollado durante toda la vida, principio a cocinar 3 huevos revueltos con jamón, cebolla y jitomate, un poco de chilaquiles y para terminar, 2 rebanadas de pan con mantequilla.

Como si de un joven enamorado se tratara, al preparar la charola me encontré tarareando una canción más antigua a mis 81 años de edad, marcada en mi vida y en la de mi amada, "Sabor a mí" de Agustín Lara, y al percatarme de esto me siento un poco tonto, pero la sonrisa no desaparece de mi rostro.

Ya todo acomodado y al son de la música en mi cabeza comencé a caminar gustoso... Gusto que se acabó un poco en las escaleras... Al llegar al umbral del cuarto, entro a hurtadillas pues Estefanía sigue dormida tal y como la dejé.

Coloco la charola en un buró y me acomodo en la cama con mis almohadas para quedar sentado. Emocionado como niño chiquito y como desde que soy pequeño, sonrío  y muevo el cuerpo al mismo tiempo que respiro intensamente. Levanto mi mano y la coloco suavemente sobre su rostro y con voz amorosa le digo a mi amor: "Viejita? Levántate Estefy, te hice el desayuno y sé que te va a gustar."

Muevo su hombro y no hay respuesta, ella sonríe y su cara está fría... Yo sé amor, descansa entonces.

Con lágrimas en los ojos comienzo a desayunar y disfrutar cada detalle del sabor como tu lo hubieras hecho... No es porque lo haya cocinado yo eh amore? Pero es el mejor desayuno de mi vida... Te amo, duerme bien... Nos vemos luego.

Sólo esta vez





La amistad entre Berenice y Carolina a existido desde hace bastante ya. Mujeres diferentes, tendencias y gustos de la misma naturaleza y un amplio deseo de más, ambiciosas...

Caro, de tes blanca y cabello oscuro, lacio en su mayor parte y quebradizo en sus caídas. Sonrisa encantadora acompañada de inocencia en su mirada. Es ella la confiada, la que siempre engañan y usan... La pobre lastimada. Su cuerpo es fácilmente admirado pues es de proporciones estupefacientes y curvas marcadas con señalizaciones de peligro; esto no evita que la joven sea maltratada o por lo menos engañada...

Bere, por otro lado, es morena, de facciones fuertes pero proporcionalmente hermosas en su rostro. A diferencia de Caro, la mirada de Bere, inmediatamente te dice que a ella no la engañas a menos que te lo permita... Confiada con precaución e inocente malvada, una de las criaturas más seductoras que han cruzado los caminos del hombre y quizá una de las más fatales. Su cuerpo es de curvas poco pronunciadas, no tan voluptuosa como su amiga pero con mayor atracción gracias a sus encantos psicológicos... Y sus maravillosas piernas también ayudan...

Estas mujeres son muy unidas y las conozco, ni bien, ni mal... Sólo las conozco y hoy, les contaré una historia, una que no presencié y ni siquiera escuché... Sólo puedo decirles que la sé, que los ojos de ambas me lo contaron y ahora se las contaré a ustedes.

Hace unos meses Caro había terminado con su novio y enamoradiza como es, cayó en las garras de un par de depredadores más y Bere, un poco impaciente, consolaba a su compañera cada vez que esto sucedía con la ingenua esperanza que no sucediera nuevamente.

Berenice, por otro lado mantenía una relación "estable" y hablo entre comillas por las reacciones inestables de dicha pareja. El muchacho que acompañaba el paso de Bere ignoraba completamente las andanzas de su pareja. Ésta, por su lado, era no enamoradiza si no fácilmente distraída por distintos seres... Nada de relevancia total en realidad.

Estas jóvenes se juntaron una tarde  a platicar sobre una que otra tontería, hubieron risas y temas serios pero siempre con la ligereza con la que las amigas manejan sus conversaciones. Fue entonces que una abrió la boca y los aires se hicieron pesados.

- Puedo besarte? -

Preguntó con gran curiosidad Carolina...

En respuesta a esto, Berenice frunció el ceño, abrió la boca y tras unos momentos, que por la tensión parecieron ser eternos... Finalmente habló.

- Por qué habrías de querer besarme? -

Berenice comenzó a pensar en diversas teorías y mientras lo hacía, sus músculos se tensaron, cruzó las piernas y mordió sus labios. Por alguna razón la idea no la molestaba, es más, estaba tentada por la sugerencia, por la pregunta de aquella mujer frente a ella. Su mirada se prendió y al hacerlo incendió todo su cuerpo...

"qué me pasa? Qué estoy haciendo?"

Pensó la pobre bastante confundida... Ya habían pasado 2 segundos desde su respuesta.

- Porque recientemente me he sentido confundida y sólo quiero confirmarlo... Creo que me gustas Bere y quiero besarte. -

Por alguna razón esta respuesta sólo intensificó esos deseos que únicamente ella conocía internamente.

Llegaron a su cabeza un millar de pensamientos entre los cuales estaba la disyuntiva de aceptar o declinar dicho ofrecimiento, la mente le daba vueltas, las ideas llegaban y como tal eran desechadas hasta que llegó un impulso, un impulso que tan sólo pudo obedecer, sin saber qué hacer se permitió no pensar y solamente actuar...

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9... Diez segundos...

Sus labios estuvieron juntos durante esos segundos, se acariciaron y cada pequeña grieta se llenó con la boca ajena hasta que con pasión y ternura, Berenice introdujo su lengua en la boca de Caro, causando así estremecimiento en todos sus cuerpos, ambos pidiendo más que los segundos ahora contados, tan sólo son segundos, pero aquel que haya vivido momentos con tanta pasión sabe que son eternos y a la vez se nos acaban en demasiado poco tiempo.

Se separaron, las miradas se encontraron y con bocas abiertas y deseosas, con miradas lujuriosas, Caro rompió el silencio.

- Te gustó? -

Bere pensó por un segundo y con resolución dijo mientras asentía con la cabeza.

- Me gustó...  Pero sólo esta vez ok?-

Tania








-Frustración... Un sentimiento por el cual todos hemos pasado. El amor de mi vida se ha ido, la he dejado ir y mayor error en mi vida, no he cometido.

La veo frente a mi, a un lado de mi... Cabello oscuro, piel tersa y morena. Canela en tus ojos, azúcar en tus labios y sal... Sal en tu corazón.

Siento que pierdo el tiempo mirándola, siento que mi vida se acaba cada segundo en el que ella no está conmigo... Siento frío, frío... Pero hay un calor. Un calor para seguir adelante, mi odio... Mi odio a ti amor mío, mi despecho y desamor por tu cuerpo. Mis deseos de tomar tus piernas y acariciar tus muslos; besar tus pechos y morder tu cuello mientras te hago el amor con tanta pasión que sólo podrás sentir lo que has perdido... Lo que has dejado ir preciosa.

Te odio por eso, porque nunca lo llegaste a sentir, porque no me dejaste mostrarte ese amor, porque fuiste impaciente... DIOS!!!! Cómo te odio???!!! Eres lo peor de mi vida, eres lo mejor de ella. Eres un cigarro de segunda mano, eres el olor antes de la lluvia... Eres mi amor... Eres mi odio... Eres mi reflejo.

Hasta ahora sé, tú que siempre me ves, gorda... Horrible!!! Por qué haces esto? Intento amarte, busco hacerte el amor, busco complacerte pero ya no puedo más.

Dejé ir a quién soy en realidad y ésta es quién ahora se refleja. Pero no durará para siempre, no permanecerá por el resto de mis días... No más, esta enfermedad, este vacío acabará.

La falta de amor, falta de comida, la falta de querencia, falta de familia... No tengo armas para defenderme, no tengo cubiertos. Este mal, este desorden, mal que me hace llorar y sufrir, mal que me hace perder la cabeza... Mal que se acabará tarde o temprano, porque puedo superar, con ayuda, con apoyo.

Venceré estas ideas, venceré a la anorexia y lo haré acompañada... Nada me detendrá!-

Tania dio un paso al frente sin observar la jeep liberty que, intoxicada, iba a una velocidad contra reglamentaria directo contra ella...

Un zapato de tacón negro, una idea, una convicción... Una mujer en el pavimento...

El otro

El otro

La noche empieza con el anuncio del búho y el canto del lobo... Otra noche más.

A un lado de mi, la mujer, la mujer que me ha cambiado la vida y que siempre buscaré hacer mía. Su piel es tersa y mulata, los labios son carnosos pero delgados; bellísimos labios! Su cabello danza en el aire al caminar adornando así su paso con el maravilloso olor de su ser... Y el roce con su cuerpo, oh! Cómo no añorarlo? 

Sufro al verla, sufro al sentirla pero no hay mayor goce en esta maldita vida... Que escucharla llamar mi nombre al aire.  

Es esta mujer la que me ha convencido, es ella quién me ha conmovido y es por ella que he decidido estar en las sombras... Pues mi mujer, se debe a alguien más.

A un lado de mi, la mujer...

No es su lugar, no debe estar y yo debería ser el primero en quitarle, pero no puedo controlar este deseo y fascinación a su ser. 

Oh flamantes espíritus! Oh sempiternos gemidos! Díganme qué debo hacer en este momento aciago!

La destruyo? NO!! 
La poseo? Cómo podría no quererlo? Es mi sueño, es mi calma y deseo. Si acaso tuviera una vida, sería de ella... Pero no debo moverme sin pensar.

Quizá?... Tal vez pueda!... Si, debería deshacerme del problema debería mat... 

Ella despierta, se me ha ido la noche. 

Le veo los ojos a mi sueño y las ideas desvanecen, cafés, profundos y sinceros... Sé que me querrán como se supone que lo hagan... Debo ser paciente, sólo seré el otro...